Desde el 20 de noviembre hasta el 11 de diciembre de
2015 se está llevando a cabo la XXI Conferencia de las Partes de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en París, Francia. Es,
además, la XI reunión de la Conferencia de las Partes del Protocolo de Kioto y
su propósito fundamental es el de lograr la firma por parte de los países
(tanto los que han firmado los acuerdos anteriores
como, y especialmente, los que no lo han hecho) de un tratado internacional que los
comprometa a llevar a cabo una serie de acciones con la finalidad de frenar o,
al menos, no agravar el cambio climático, la más importante de entre todas
ellas: la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
A la Conferencia asistieron delegaciones de 195 países, de acuerdo a la
información brindada por CNN y la presencia y el optimismo expresado por los
líderes de los países que, siendo grandes emisores de GEI, no son Partes en el
Protocolo de Kioto: China y USA, ha hecho que muchos auguren el éxito en la
consecución de este anhelado acuerdo.
A la fecha (10 de diciembre) se siguen negociando los términos del
tratado pero en la página de las Naciones Unidas
se puede consultar, ya, un borrador de convenio que se ha venido actualizando
día a día y que expresa en primer lugar su propósito, el cual básicamente es el
siguiente:
“a) Mantener el aumento de la temperatura media mundial [por
debajo de 1,5 oC] [o] [muy por debajo de 2 oC] con respecto a los niveles
preindustriales efectuando fuertes reducciones de las emisiones mundiales
[netas] de gases de efecto invernadero;
b) Aumentar su capacidad de adaptarse a los efectos adversos del
cambio climático [y de responder eficazmente a las repercusiones de la
aplicación de las medidas de respuesta y a las pérdidas y los daños];
c) Efectuar una transformación que conduzca a un desarrollo
sostenible, que promueva la creación de sociedades y economías resilientes al
clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y que no comprometa
la producción y distribución de alimentos”.
Se reafirman en el
texto de la propuesta los principios “de la equidad y de las responsabilidades
comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas, a la luz de las
diferentes circunstancias nacionales y velando por el respeto de los derechos
humanos y por la promoción de la igualdad de género y el derecho de los pueblos
sometidos a ocupación”.
Los aspectos
principales que se están negociando en este momento son los siguientes:
- Las reducciones concretas de GEI para el año 2050 y su
correspondiente nivel de referencia;
- Una emisión global de gases de efecto invernadero igual a cero en
el período 2060-2080;
- Una transformación a largo plazo con bajas emisiones [que conduzca
a la [neutralidad climática][descarbonización] [en el curso de este
siglo][lo antes posible en la segunda mitad del siglo];]
- Una distribución equitativa del presupuesto mundial de carbono con
arreglo a las responsabilidades históricas y a la justicia [climática].
Uno de los aspectos más
destacados de esta reunión, alabado por muchos ha sido la actitud de China
(principal emisor mundial de CO2) en la COP 21 y su compromiso con el clima;
sin embargo, hay quien dice
que no debemos ser tan optimistas debido a lo siguiente:
-
Las emisiones más
importantes a la atmósfera de China no son de CO2 y otros GEI, sino que son
esencialmente de : dióxido de sulfuro, metales tóxicos, y CFCs, entre otras
sustancias tóxicas.
-
Los reportes de
emisiones de CO2 de China durante los últimos años no son reales, “han estado
maquillando sus reportes de CO2 así como el uso de carbón”.
-
Los problemas
ambientales de China, especialmente la contaminación de sus aguas es mucho más
grave y urgente que sus emisiones de CO2, por ello hay quien se pregunta: ¿Cómo
confiar en sus esfuerzos para reducir emisiones de CO2 cuando no hacen nada
para controlar los graves problemas de contaminación ambiental que afectan la
salud de su población?
Y mientras tanto, en USA, el Congreso dice que no va a financiar el fondo verde para el clima anunciado por el Presidente Obama en París.
En fin, ¡tendremos que esperar unos días más para conocer si la COP XXI pasará o no a la historia...!!!1